bastante y muy poco

bastante y muy poco

13 oct 2010

cuestiones del desorden del cosmos.

Primero me ofendí, después me dolió, después me fastidió y ahora le resto importancia porque quiero, porque se me canta. Con tu silencio aplastás tus propios argumentos, los pisoteás y seguís caminando, igual que yo. No me interesan más estas energías y tengo que manejarlas. No me importa tampoco que no los quieras, yo te lleno de besos y abrazos (irresistible tu voz, tu cara, tu lenguaje de enojada). Lo mejor de la novela, es que estos fundamentos imaginarios se cagan en la realidad que vos, que yo conocemos (dale, aflojame, sabés que es así) y yo reitero tantas veces con fastidio como muero por vos cuando podría hacerlo gratis y con una sonrisa de regalo, todos los días. Paren, paren, paren este discurso absurdamente innecesario... Suena el celular. Sí, sos vos. Primero me asombro, después me sonrio, después me pongo de buen humor y ahora lo que tiene importancia es lo que debe tenerla.